Gabriela compromete con Lucho para mantenerlo a su lado.
Como un paso más de su venganza, Gabriela ofrece a Gertrudis la dirección del hospital que proyecta abrir en San Pedro del Oro.
La malvada Guerra despide a Cecilia cuando la pilla con David en la cama. Poncia le dice que se va con su sobrina, pero ella la amenaza con revelar su gran secreto. La chica se va destrozada, sobre todo porque su enamorado no la ha defendido. Por suerte, Maximiliano la lleva a La Fortaleza, donde Gaby la acoge como si fuera su hija.
Mientras Lucho se entera por el forense de que la abuela de Valentina fue envenenada y se lo dice a su jefa, en la emisora Gastón comenta a sus oyentes la extraña muerte de Prudencia. Antonia, Julio y Aníbal temen que el crimen los salpique y ordenan a Macario que acabe con Gertrudis.
El sicario le pasa el encargo a Lucas. “Así entrarás a formar parte de nuestro grupo”, le asegura para convencerlo.
Aunque el joven se afana en la misión, la doctora se le escapa y se dirige a La Fortaleza. Allí cuenta el peligro que corre, sin confesar su participación en los crímenes: “Quieren matarme porque conozco sus fechorías y están asustados ante la posibilidad de que los delate”.
La psiquiatra cree que la poderosa Dantés es sincera cuando le dice que la ayudará, no imagina cuánto se equivoca…
Alejandro se desmorona con la noticia del pediatra de Lucía: “Tu hija tiene leucemia, solo un trasplante de médula salvaría su vida”. Patricia, que lo ha acompañado, trata de consolarlo, y entre ambos surge de nuevo la pasión.
En La Fortaleza, Constanza comenta a Gabriela su sospecha de que Aníbal es el padre de Guerra. Intrigada, la empresaria decide averiguarlo.
Después de hacerse con un cabello del corrupto Villegas, se acerca al hospital para ver a Alejandro, que no puede evitar besarla. “Tus labios saben como los de Gabriela”, le asegura confundido. Ella busca su boca de nuevo y aprovecha para hacerse con un pelo del joven.
Lucho aprovecha una noche en que Ramón se emborracha para que le diga quién provocó la tragedia en la mina El Chamuco. Feliz con la confesión grabada, se presenta en La Fortaleza, pero allí encuentra a Alejandro muy cariñoso con Gabriela y se lía a golpes con él.
Tras el lamentable enfrentamiento, Vampa comunica a su jefa que se va: “Te amo, no puedo estar a tu lado como amigo”. Ella lo besa y le suplica que se quede a su lado. Al día siguiente lo presenta en público como su prometido.
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